SIESTA
Con seis minutos es más que suficiente. Un break para que el cerebro desconecte y se inunde de serotonina. ¿Habrá todavía quien la practique de “pijama, Padrenuestro y orinal” como sentenció Camilo José Cela? Para disfrutar de los benditos beneficios que la medicina proclama, no haría falta. Esta costumbre tan española solo requiere del tiempo necesario para que el lápiz que uno sostiene se escurra entre los dedos.